viernes, 17 de enero de 2014

El "botellón" doméstico

Hace unos días en una reunión de amigos he vuelto a comprobar que nos estamos convirtiendo en europeos a ritmo agigantado.

Algunos no entenderán lo que estoy diciendo y otros no estarán de acuerdo, pero lo que es innegable es que nuestras costumbres patrias están cambiando.



No hay nada más que darse una vuelta por una ciudad a la noche, a partir de las 22,00 horas y comprobaréis mi afirmación. Lo que antes era común y normal es que las calles, si bien no con la misma intensidad que a otras horas, estuvieran con gente, unos paseando, otros terminando sus quehaceres, otros tomándose la última copa en el bar de la esquina y otros yéndose a sus casas.

Ahora como diría un castizo, las calles parecen "un solar en derribo".



Los protagonistas a partir de estas horas son los empleados del Ayuntamiento, barrenderos, basureros, ...... Pero es que ni siquiera se ve Policía.

A estas alturas alguno pensará, y con razón, que desde hace ya algunos años esta situación es la normal y que se espera al fin de semana -- viernes, sábado -- para salir y confraternizar con la familia, amigos, .....

Aquí es donde disiento y creo que la afirmación no es del todo verdadera. Sí, se sale el fin de semana, pero a la hora "bruja" desaparece parte del personal como por arte de magia. Y si no que se lo pregunten a los hosteleros de los bares y restaurantes.

Habréis notado que he dicho parte del personal. ¿Y quién hay entonces? Solución: la gente más joven con sus cuadrillas de amigos y conocidos.

Todos sabéis a qué se dedica la mayor parte de la juventud los fines de semana, en la calle y a esas horas.

Al tan criticado, denostado y vilipendiado "BOTELLÓN".

Vemos a grupos de amigos con sus bolsas de los "Eroski", "Simply","Mercadona"... con sus botellas de 2 litros de CocaCola, Fanta...., de Ginebra, Vodka....

Todos sabemos el por qué. No tienen mucho dinero y la solución pasa por hacerse sus cubatas y gintonics en la calle, que es mucho más barato aunque cualquiera es libre de pensar que es poco saludable.

Os recomiendo a los que quieran desterrar las falacias de ciertos alimentos y bebidas que leáis el siguiente enlace de un blog del periódico "El Pais".

http://blogs.elpais.com/el-comidista/2014/01/edulcorantes-cancerigenos-enzimas-prodigiosas-y-otras-mentiras-sobre-la-comida.html

Como vemos, la gente más joven tiene solucionado el fin de semana, socialmente hablando. Se reunen, compran bebidas lo más barato posible y a la callle.

Los mayores deberíamos de tomar en consideración esta medida sociable y socializante del botellón. Pero claro, hay que adaptarla a nuestra circunstancia como diría José Ortega y Gasset, escritor, filosofo y ensayista que todos conocemos.

Y ¿cuál es nuestra circunstancia?

Pues muy clara botellón pero en nuestra casa, si lo que yo llamo "Botellón doméstico".

En los demás países de Europa es una costumbre muy extendida que los fines de semana los amigos se reúnan en la casa de alguno y se tomen sus copitas, cubatas, coñacs...
Esto es sencillamente por dos motivos principales; porque es más barato y por qué no decirlo, se pasa mucho mejor y se puede hablar y discutir plácidamente intentando arreglar el mundo.


Yo la próxima vez que vea a un grupo alrededor de un botellón me lo pensaré dos veces antes de criticarlos, pues seguramente nos estemos abocando todos, jóvenes y mayores, a utilizar el botellón como elemento no diferenciador sino de unión entre generaciones.

Me apunto al botellón doméstico y ¿vosotros?.

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