viernes, 30 de noviembre de 2018

Eructos y regüeldos


A estas alturas de la vida, hablar de eructos, coloquialmente regüeldos, ya no incomoda a nadie. El eructar cuando fisiológicamente se necesita es no sólo una necesidad, sino deseable y médicamente hablando, bueno para la salud de uno mismo.

Eructar como notoriedad de educación y de cortesía en ciertos países es necesario.

En Países como la India, China, los países de los Mares del Sur, así como todos los países del entorno árabe, el hecho de eructar es sinónimo y un modo educado de decir que la comida es buena y que estamos muy satisfechos.

En la Península Ibérica durante los ocho siglos que estuvimos sometidos por los árabes y musulmanes se tenía esa costumbre de eructar "educadamente". Ya se encargaron Los reyes Católicos de cambiarlo y que fuera repudiado por todos. Fue parte del proceso llamado de reconstrucción de la Cultura católica. Si bien las personalidades de la Corte lo repudiaban, el pueblo llano tardó más en rechazarlo.

A cambio se fue implantando la costumbre de desear "buen Provecho", unos a otros, a la hora de comer. Esta aseveración era cortés, ya que se suponía que la comida era beneficiosa para la salud y el bienestar de los comensales.

En todos los países de nuestro entorno existe esta expresión:
--- Bon appétit (francés)            --- Enjoy your meal (inglés)
--- Guter  gewinn (alemán).       --- Buon profitto (italiano)
--- Прия́тного аппети́та (ruso)  --- bom proveito (portugués)

Y también, que me pilla a mi de cerca, en euskera: On egin.

Después de este recorrido lingüístico por las distintas expresiones "buen Provecho"  y por las diferentes lenguas, he de decir que el Manual de las Buenas Maneras en la mesa nos dice que es de mala educación incluso el desear buen provecho. Y ¿cuál es la causa? Pues muy sencillo, el hecho de interpelar a un comensal con esta frase obliga a responder, generalmente con la boca llena, y eso sí está aceptado por todos que es de muy mala educación.

Para los exquisitos les comento que el Protocolo prefiere que se diga o se desee, antes de comer o de cenar, buena comida o buena cena.

Se me olvidaba que hay unas tribus de esquimales en las zonas norte de América y de Rusia, en las que eructar también es signo de buena cortesía. Las "malas lenguas" lo achacan a que es mucho más fácil para ellos la acción de eructar que la de saludarse sacando las manos de su bolsillos, ya que el frío en esas latitudes hace estragos.

Creo que todo esto os servirá para saber cómo actuar en estas fechas de tanta celebración y comidas, ya sean de amigos, compañeros de trabajo, familia o relaciones laborales. Según quién tengamos en frente habrá que actuar de una forma u otra si no queremos ser maleducados.

Yo lo tengo claro. una frase de "buena comida" será aceptada por todos y no molestaremos a nadie.

Lo del brindis, ya no lo tengo tan claro, pues el Protocolo también nos dice que es inapropiado, pero yo no concibo ninguna comida de celebración sin el consabido brindis por la salud, por verse otra vez o porque seamos todos buenos un año más.

Brindo por todos, para que sigamos viéndonos, aunque sea virtualmente, por lo menos unas cuantas décadas más...

“Arriba, abajo, al centro y adentro!”

lunes, 12 de noviembre de 2018

NOMOFOBIA



8,00 A.M.
Salgo de casa para acudir a mi rutina diaria, a mi trabajo. Me monto en el autobús y mentalmente me pongo a repasar mi agenda diaria.

Hasta aquí todo normal y natural. De repente me meto mano al bolsillo de mi chaqueta para coger mi móvil y no lo encuentro. Reviso todos los bolsillos de la chaqueta, del pantalón, ... y no aparece.

Empiezo a tener un desasosiego, una especie de ansiedad, reviso mentalmente dónde lo puse la noche anterior... en la mesita de noche, en el bolsillo de la chaqueta, ... no lo tengo claro. Lo hago miméticamente y no tengo ninguna certeza de donde lo he puesto. ¿Y si realmente lo he cogido y lo he perdido?

Un sudor frío me empieza a recorrer el cuerpo....

8,30 A.M.
Llamo a casa desde la oficina y mi pareja me corrobora que me he dejado el móvil en casa. No se ha perdido. Me lo trae en breve. De repente me tranquilizo, mi ansiedad se va pasando y mi actividad no se ve alterada.

Parece una exageración esta historia pero nada más lejos de la realidad.

Este episodio es más común de lo que creemos. La perdida de vista de nuestro móvil o no saber dónde lo tenemos nos produce cada vez más ansiedad, y son cada vez más personas con esta patología. Como todo lo moderno tiene un nombre especial: "nomofobia" o miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil, y viene de las palabras inglesas "no-mobile-phone-phobia.

Las causas esta ansiedad son varias, pero erróneamente se cree que fundamentalmente es debido a que lo necesitamos para nuestro trabajo. Y sí, tiene mucha importancia nuestra dependencia en el ámbito laboral, pero mucho más es por las adicciones a las redes sociales. Nos estamos convirtiendo adictos y vemos en estas redes sociales la única forma de estar en contacto con la gente. No sabemos interactuar si no lo hacemos a través de las redes sociales, y nos vemos a la deriva e incapaces si no tenemos y usamos un dispositivo inteligente (ordenador, ..., móvil) a nuestro alcance inmediato. Somos vulnerables y eso para los seres humanos es sinónimo de inseguridad y de miedos irracionales.

El colmo de la adicción es que revisamos constantemente nuestro móvil, e incluso si tenemos un sueño inquieto y nos despertamos por la noche, aseguraría que lo primero que vemos es si hay algún mensaje en el móvil. Si seguimos así, somos "carne de cañón" de ir a un psicólogo a tratar nuestra fobia. Y no creo ser exagerado.

No podemos ir contra el desarrollo. Es impensable hoy en día no tener un móvil, pero todo con su calma y su racionalización. Tiene que ser un arma de apoyo y de ayuda pero no de enfermedad .
Escuchar música, revisar la agenda y el calendario, las aplicaciones de salud, contactos laborales, ... de amigos,... estar en contacto, ...todo eso es desarrollo y ayuda a tener una vida mejor y ordenada, pero también lo es utilizarlo cuando realmente sea necesario.

Y de verdad, es una pena ver hoy en día reuniones de adolescentes en que están todos con el móvil en la mano y consultándolo y no dialogando o charlando mirándose a la cara. Es bastante patético.

Y ya no digo nada cuando habitualmente se ve a más gente con el móvil en el coche consultándolo y conduciendo a la vez. Ya no solo es una fobia sino que es peligroso para ti y para lo que puedas ocasionar a otros por no estar lo suficientemente atentos al volante. Tenemos que hacérnolos mirar.

Lo moderno ahora es llevar no solo el cargador, pues la batería del móvil no dura ni 24 horas. Lo más habitual es llevar también una batería adicional, pues ya no sólo nos causa pánico no llevar móvil, sino podernos quedar sin batería a lo largo del día.

Y ya no critico a los que cuando se van al baño, en vez de llevar un libro o una revista como siempre se ha hecho, se lleva el móvil, para chatear a la vez que hacen sus necesidades...

Acabo que me tengo que poner al día con mis redes sociales.... y eso también nos puede causar ansiedad.

Prioricemos las relaciones personales frente a las relaciones virtuales y seguro que nos irá mejor.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Teletrabajo, networking y otras zarandajas.


¿Pueblo o ciudad?

Antes que nada y a fin de no vernos inmersos en una crisis de identidad, he de decir que para resolver las dudas planteadas tenemos que tener la cabeza muy bien asentada o como se dice ahora, muy bien amueblada.

En un momento crucial de nuestra vidas quizás nos hemos planteado donde vivir. Todas las respuestas tienen sus pros y sus contras, pero alguna vez las tenemos que resolver.

Está claro que la mayoría contestará que hay que vivir donde se pueda o mejor dicho donde esté el trabajo, ya que el sustento es primordial y luego, a lo mejor viene todo lo demás , aunque es muy discutible.

En estos tiempos en el que el teletrabajo se está imponiendo e introduciendo cada vez más, quizás tengamos más elementos para decidir.

El aventurarse o arriesgarse, según se mire, a buscar empleos que te permitan ser más libre y no depender tanto de empresas es para personas que no quieren depender de un jefe o de otras personas.
Si somos una de esas personas, el autoempleo es lo nuestro. Todo esto puede ser muy idílico, pero necesita un gran esfuerzo y por qué no decirlo capital para empezar. Teniendo las herramientas necesarias, sobre todo informáticas,  y los conocimientos necesarios nos podemos convertir en un "freelancer".
Siguiendo con la nomenclatura actual, podemos llegar a ser un "youtuber" o un "influencer digital" e incluso teniendo nuestro propio blog.

Una vez resuelta la gran duda de qué forma queremos trabajar, todo lo demás será mas fácil. O no, quién sabe. Como dijo uno, el papel lo soporta todo. Hay que pisar la tierra y ver cuáles son nuestras posibilidades.

Una cosa lo tengo claro, y creo que debería de tenerlo claro todo el mundo: hay que incrementar, aumentar nuestro número de contactos para desarrollar todas nuestras labores, ya sean de trabajo o simplemente de amistad, ya que a un numero alto de contactos más posibilidades tendremos de encontrar lo que queremos. Y no me refiero solo al trabajo, las relaciones humanas están de capa caída. No socializamos. Y sin contacto entre personas, sin intercambio de ideas y de pensamientos es imposible que desarrollemos nuestra personalidad.

Esto hoy en día está también inventado, y por supuesto con un nombre o palabra anglosajona: "networking".... Estrategia de ampliación de nuestros contactos, generalmente profesionales, con el empleo de redes sociales. Si entendemos a las redes sociales como una forma de ampliación de nuestras actividades utilizando de forma adecuada todas las personas que tenemos agregadas, habremos ganado mucho, y utilizaremos de forma sensata las ventajas que nos da la globalización de todo nuestro entorno.

Y ahora viene a decisión y la respuesta a la pregunta planteada al principio como introducción a los conceptos digitales empleados. ¿Vivir en una pueblo o en una ciudad?

Siento deciros que no lo tengo claro. Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Yo me declaro "urbanita", por lo que tal vez me inclinaría por vivir en una ciudad, aunque tuviera autoempleo, pero si tengo que poner una condición más, elegiría ciudad media con playa cerca, y por qué no pedir más, rodeado de montaña....

Ya os he dicho que la decisión es difícil  y no lo tengo claro. Cada uno tiene que reflexionar y ver lo quede conviene, o lo que le dejan elegir.

Eso sí, ermitaño aislado del mundo.... nunca.