miércoles, 25 de mayo de 2016

ESCAPADAS. TONTO EL ÚLTIMO

Hoy a la tarde, después de mis obligaciones contraídas, como todos los martes, me dedico a pasear por el centro de mi ciudad -- Bilbao -- y además de tomármelo con mucha relajación, a observar a la gente... madres con niños recién llegados de sus colegios, ejecutivos, parejas charlando, abuelos arreglando el mundo con sus conversaciones, ...

El colectivo de personas de una ciudad la comparo con la respiración de esa ciudad, y me doy cuenta que no es una respiración sosegada, tranquila, pausada sino todo lo contrario: agitada, nerviosa, estresada....

La gente piensa, camina y habla como si nos persiguiera constantemente alguien y quisiéramos escaparnos.

No tenemos calma. Y si no os habéis fijado, probarlo el próximo día en vuestra ciudad. Seguro que me dais la razón. Somos una sociedad basada en la intranquilidad, en la rapidez de las actuaciones cotidianas.

Os acordáis de aquella expresión que utilizábamos antes "tonto el último..." Pues eso.

Habría muchas versiones de saber de qué nos queremos escapar. Fijaos, hasta los responsables de marketing y comerciales de las empresas de ocio y viajes, que son muy listos nos hacen ya una división de la casuística de las escapadas.

--- Escapadas anticrisis
--- Escapadas fin de semana
--- Escapadas románticas
--- Escapadas relax
.... Escapadas aventura

y escapadas que da igual por lo que te quieras escapar: escapadas baratas.

La palabra clave del porqué de las escapadas es: evasión. Queremos evadirnos de nuestra realidad cotidiana. No somos felices con lo que tenemos. A uno le faltará el amor, a otro el tiempo libre, a otro el buen tiempo, .....

Lo obvio es que buscamos otras situaciones que palien nuestras carencias.

¿Queremos escaparnos? si, pero para mejorar nuestra vida diaria.

En nuestro lenguaje también usamos este término usualmente:   ¿dónde te escapas este fin de semana? o ¿te vas a escapar a XXX (ciudad de veraneo)? o afirmaciones como "necesito escaparme" del trabajo aunque sea unos días.

No es que haya cambiado mucho el lenguaje. Antes este verbo se utilizaba para alejarse de algo que te producía o pudiera producir peligro. Ahora también te quieres alejar, lo que pasa es que el enemigo ha cambiado, o mejor dicho se ha ampliado. Nuestros enemigos antiguos, relacionados con nuestra supervivencia siguen siendo los mismos pero han aparecido enemigos invisibles y yo diría que más fuertes: estrés, ansiedad, preocupaciones excesivas, inseguridades en el trabajo.....

Alguno me dirá: qué fácil se resuelven así las cosas, pero luego hay que volver a la realidad del presente de cada uno.

Y tiene razón, tan importante es "escaparse" como "aprender de la escapada". Ese plus adquirido en tu viaje de amor, de placer, de aventura, ... o simplemente de haber estado en el pueblo de tus ancestros, hay que positivarlo y que no caiga en saco roto.
En otras palabras "cargar las pilas" hasta que vuelva la siguiente huida hacia adelante.

Como para casi todo hace falta dinero, y si no tienes suficiente, pues utiliza la imaginación. Unos paseos por tu ciudad, por tu pueblo,  que seguro que descubres sitios y cosas que antes no habías visto, y sobre todo algo que nunca falla: el charlar con amigos o conocidos que seguro que te enriquecerán.

Llego después de mi paseo comentado al inicio, y oigo a unos niños jugando y gritando... "tonto el último".

Parece que nada ha cambiado.


viernes, 20 de mayo de 2016

"Oremus" versus "perder el oremus"



No. No penséis que estoy repasando el libro de latín de mis años de Bachillerato.

Antes que nada traduzcamos su significado:

"Oremus" : Oremos, recemos
"Perder el Oremus" : Persona que está desorientada, perdida.
                      Perder el juicio o la cordura.

Esta expresión utilizada desde la Edad Media hasta la actualidad ha tenido varias acepciones.

Con el término latín "oremus" el sacerdote invitaba a la oración, a rezar. Cuando algún asistente se quedaba traspuesto o despistado y no sabía qué rezar o en qué momento de la Misa estaba, se decía que "había perdido el oremus".

La semántica del idioma español es tan rica que podemos ampliar su significado: perder el norte, perder la brújula, perder el rumbo, perder la cabeza.... y uno especialmente significativo en vocabulario malagueño: "estar majara".

Después de este recorrido por la semántica me voy a centrar y explicaros el porqué de todo esto.

No sé si os habéis dados cuenta que estamos en un periodo en el que se ha "perdido el oremus" desde muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Por un lado salarios y retribuciones de subsistencia entre gran mayoría de los trabajadores y por otro sueldos millonarios de personajes relacionados con el deporte (futbolistas, formula 1, tenistas...).

Importancia desmedida de actos sociales como celebraciones de ganar campeonatos, como de fútbol por ejemplo, y gran silencio -- ya apenas se habla -- de las injusticias cometidas con los refugiados, con los millones de parados, con.... las  injusticias sociales en general.

Toda esta reflexión ha surgido al leer hoy una noticia que me ha dejado perplejo. Un conocido actor de cine, Daniel Craig, se ha hartado de interpretar a James Bond como Agente 007 y ha rechazado 88 millones de euros. ??????????

No sé que pensar. ¿Cómo es posible que existan esas remuneraciones por un trabajo,? Sí. Por un trabajo. Y no es que no lo sepa, es que no lo entiendo. Y todavía menos que se rechace. Todavía pienso que a lo mejor es un error de traducción del inglés al español.

Pero no soy tan iluso. Es fiel ejemplo de la pérdida del oremus que padecemos.
Yo lo tengo muy claro; todo esto es consecuencia de la política del Pan y Circo que ha aterrizado en nuestras conciencias.

Para los que todo esto les parezca de gran agravio comparativo les recomiendo (yo no lo he probado pero por las críticas leídas) un vino húngaro -- Oremus Tokaji Aszú -- que debe ligar muy bien con un postre dulce.

Pero ¡ojo! si tomáis muchas copas podéis perder.... sí, el oremus.






jueves, 19 de mayo de 2016

NUESTRA CIRCUNSTANCIA. SINGLES



Antes de nada comentaros para los seguidores de mi blog (en realidad pocos) desde su comienzo en el ya lejano 2013, que como sabéis hubo un parón en Febrero de 2014.

Esta "guadianización" fue debida a una situación personal muy dolorosa que desembocó en el fallecimiento de mi esposa Yolanda Sánchez.

Sin más preámbulos espero que esta vez la continuidad de las entradas en el blog sea más constante y que tenga la aceptación de mis amigos.

Os preguntaréis el porqué del título de la entrada:  NUESTRA CIRCUNSTANCIA. SINGLES



Parafraseando al filósofo, de todos conocido, Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mi circunstancia, y sino la salvo a ella no me salvo yo», voy a intentar explicar cual es la especial circunstancia que me rodea a mi actualmente y que, se puede decir, tiene una tendencia al alza en la sociedad que vivimos.

La circunstancia es tu medio, los hechos que te rodean; es un entramado de hechos amplio y que depende de muchos factores que escapan a tu voluntad, como por ejemplo el lugar de nacimiento, o el divorcio o separación o fallecimiento de tu pareja, pero que sin embargo te determinan.
Tú eres por tu circunstancia, por todo lo que has vivido y vives. Cualquier pequeño cambio, te hace ser una persona diferente y por lo tanto no eres el mismo.

En mi caso y en una gran mayoría de población nos hemos convertidos en "singles"(1)
Esta palabra anglófila, como casi todas, puede tener dos versiones muy diferentes, y como tal podemos dividir a la "sociedad single" en personas con carácter positivo o en personas con carácter negativo.
Cada uno de los componentes de esta división, quizás no muy lograda, sin embargo tienen un punto de convergencia.... La necesidad de cariño, de socialización, en definitiva de búsqueda de soluciones a esa nueva circunstancia que nos rodea y que no hemos elegido voluntariamente, aunque creamos que sí.
Soy de los que creo que el destino está escrito y que sólo nos amoldamos a las distintas "circunstancias" para buscarlo.

Lo que todos deseamos desde luego es que ese destino sea la Felicidad




(1) Single, es el anglicismo más usado en nuestro vocabulario actual, para denominar la palabra soltero. El ser single enfocado en el estado civil, significa estar soltero y sin compromiso sin importar si una persona es viuda, divorciada, separada o no casada. Normalmente se muestra como un significado positivo, no como antaño donde la palabra soltero, tenía una connotación algo negativa. Single es la moderna versión de soltero.
El ser single, en la actualidad, se aprecia como una etapa de la vida que se relaciona con palabras como: libre en vez de solo, independiente en lugar de atado, flexible en lugar de comprometido. También tiene connotaciones negativas como soledad, tristeza, fracaso o decepción, siempre y que el estado de ser single no comporte grandes satisfacciones o felicidad