jueves, 1 de febrero de 2018
Los algoritmos y la salud mental
Voy a explayarme un poco en qué consiste esto de los algoritmos.
Como se puede observar, cada vez buscamos expresiones , palabras, que puedan definir lo que a mi me parece que es incompresible para una gran mayoría. En concreto, todos los que no hayan estudiado Ciencias y en particular Matemáticas, la palabra "algoritmo" le puede sonar a algún tipo de baile moderno, o con "algo de ritmo".
Esto viene de lejos. De muy lejos. Ya en los tiempos de Euclides, matemático griego y posteriormente de Arquímedes, se buscaban postulados para tratar de explicar los fenómenos a través de la Ciencia exacta.
El nombre más actual que sustituye al de postulado, tiene un origen etimológico árabe, y en concreto del matemático Al-Khwarizmi. Este matemático árabe de la Asia central es el padre de la Algebra actual y del sistema de numeración que empleamos.
De él podemos coger la definición más aproximada de la definición de algoritmo: Grupo finito de operaciones, organizadas de manera lógica y ordenada, que permite solucionar un determinado problema.
La salud mental, aunque parezca mentira, es igual de incomprensible, o más. Y me explico.
Todos cuando hablamos de salud mental pensamos, y con razón, en trastornos como ansiedad, migrañas, estrés, .... etc....etc.... Vamos lo que toda la vida los mayores y no hace mucho los médicos te diagnosticaban como "nervios" al contarle lo que te pasaba.
Pero aquí surge el gran problema. que las enfermedades mentales no se ven a simple vista. Uno si ve por la calle a una persona con el pie enyesado sabe que ha tenido un percance muscular o de huesos y a la vista está su consecuencia. Pero una persona con un trastorno derivado de una mala salud mental no tiene signos externos, no tiene un yeso en la cabeza.... digamos.
Las grandes protagonistas de estos años son las redes sociales. De esto no hay duda. Todas tienen en sus entrañas una serie de ecuaciones con múltiples variables que nos quieren dirigir a lo que ellos creen que son nuestras aspiraciones en la búsqueda de la felicidad. Hay una gran polémica últimamente en que los algoritmos que encierran estas redes no distinguen entre lo verdadero y lo falso. Estas redes sociales, aunque ellas los desmienten, son verdaderos medios de comunicación y son responsables de lo que se propaga.
Haced una prueba. Buscad en internet "comprar coches" por ejemplo y veréis que en multitud de vuestras consultas posteriores sobre cualquier otro tema, aparecen mensajes, anuncios... sobre coches y marcas para que compréis, que no vienen a cuento. Los algoritmos actúan de forma sibilina y saben nuestras preferencias y nos inducen a ellas.
En todos los ámbitos de la vida estamos rodeados de algoritmos, pero no todos son eficaces, por no decir la gran mayoría.
Que fácil sería si hubiera un algoritmo para curar la ansiedad, el estrés,.... Pero no es tan fácil.
Los algoritmos que tienen éxito se basan en la ciencia exacta (2+2=4). Son algoritmos contrastados y que no tienen réplica.
La gran mayoría de algoritmos que se utilizan en la actualidad están basados en la ciencia empírica, de experimentación, las que utilizan las Ciencias Sociales. Aquí influyen muchas variables que no son fáciles de medir, y son hipótesis que se quieren contrastar. Toda causa puede producir un efecto, pero se da el caso que no siempre es el mismo. Y si no leer las predicciones en Economía: con igual de variables se puede dar la paradoja de soluciones muy distintas.
Si uno tiene, pongamos por ejemplo ansiedad, podemos encauzarla con la experimentación y la observación de casos parecidos, pero no sirve para todos. No existe el "café para todos".
Aquí reside el gran fallo de las redes sociales al querer implementar algoritmos que nos encaucen nuestra vida según sus criterios.
Como pasa en los casos de trastornos de salud mental, en las soluciones propuestas con sus algoritmos no existe y no puede existir el "café para todos".
Los grandes matemáticos y programadores del pensamiento que hay detrás no pueden solucionar los problemas cotidianos con una simple función matemática. Hay variables que son constantes, pero otras no lo son, y nunca podrán predecir la solución.
Mucho cuidado con los algoritmos, quizás más que solucionar problemas, nos den quebraderos de cabeza y nuestra salud mental empeore. Sobre todo porque la gran mayoría de soluciones que proponen son falsas.
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