Estaréis conmigo en que la conversación más habitual últimamente es la conversación meteorológica. No hay tertulia, reunión de amigos, de conocidos e incluso la consabida charla en el cortísimo viaje dentro de un ascensor con vecinos, en la que el tiempo no sea el protagonista principal.
Hoy va a llover, nevar, va a hacer viento, frío... e incluso nos atrevemos ya a utilizar términos que constituyen el lenguaje profesional de los meteorólogos algunos ya muy comunes y conocidos... borrasca, milibares, frente, otros raros como "hectopascales" (medida de presión) y ya en el colmo del desvarío otros como "ciclogénesis explosiva.
Estoy seguro que estas conversaciones se usan como latiguillos o muletillas porque nos dan seguridad y porque todo el mundo se siente a gusto con ellas.
¿Qué sería una estancia cerrada como el ascensor en que durante 20 o 30 segundos estamos a una distancia que no nos permite ni movernos, sin hablar del tiempo? Pues no sabría que decir.
Creo firmemente que nos preocupamos excesivamente con el tiempo que va a hacer. Y la verdad es que no creo que tenga mucha lógica. Las estaciones tienen sus características especiales en cuanto a climatología, si bien el llamado calentamiento global nos ha hecho más vulnerables, pues en Otoño/Invierno puede haber temperaturas altas, y al contrario en Primavera /Verano se ven situaciones de lluvias y otros fenómenos más propios de otras estaciones.
Ahora estamos a todas horas pendientes, y a nada que nieva y las carreteras y los pueblos están con una capa importante de nieve, echamos el grito en el cielo. Y no paramos de decir .... "que mal tiempo".
Habrá que echar mano del tan sabio refranero popular para decir "año de nieves ... año de bienes.
En esta epoca, ya demasiado larga de sequía, la nieve es un regalo que tenemos que agradecer. Humedece la tierra y sobre todo es la gran reserva de agua de pantanos y ríos, tan necesario para nuestra convivencia.
Pero claro, vivimos en un momento en el que identificamos bonanza del tiempo a días despejados con sol y temperatura altas, ya que la mayoría lo asocia a vacaciones, playa y a ponerse el bañador, las gafas de sol y el pantalón corto.
En mi generación (del 57) y anteriores no teníamos ese problema. Empezaban a aparecer los pantalones largos si bien no había opción en cuanto a elegir si los pantalones iban a ser cortos o largos según la estación en la que nos encontráramos.
Sabíamos que en Invierno lo normal era que hiciera frío y según donde vivieras, la nieve hiciera acto de presencia. Pero esto no nos arredraba. Es más, si veis fotos de nuestra época, en nuestro ropero la prenda que dominaba, hasta bien cumplidos los años, eran los pantalones cortos. Ya podría llover, frío y con nieve. El pantalón largo era para la mayoría de edad. y la verdad, como no se utilizaba, no lo echábamos de menos.
Sí es verdad que viendo esas fotos comentadas, teníamos aspecto un poco ridículo enseñando nuestras piernas con esos vellos desmadrados, y seguro que si se hubiera adelantado nuestra puesta de largo con pantalones adecuados, además de estar más estéticos estaríamos mas calentitos.
Lo voy a tener difícil en encontrar una alternativa pero prometo que la próxima vez que en el ascensor vaya acompañado no voy a hablar del tiempo.
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