¡Vaya palabreja!
Sí, Tedio: este vocablo de raíces latinas "taedere" que se traduce como "estar disgustado" y en relación directa con la raiz de "fastidiare"... fastidiar, molestar.
No se trata de dar una clase de latín, sino de poner el énfasis en el gran protagonismo del tedio en nuestra vida diaria. Y no como aburrimiento, que para mi no denota disgusto, sino como un aburrimiento con un componente a sumar... el disgusto o fastidio ante lo que está pasando y pasa delante de nuestros ojos.
Lo que podía ser un pasaje circunstancial ha pasado a ser un pasaje cotidiano. Los economistas, que suelen tener palabras para todo, dirían que no es un aspecto coyuntural en nuestras vidas sino un aspecto estructural. Y aquí radica el gran problema.
Nos estamos acostumbrando al tedio sin hacer nada. Quizás porque veamos que no podemos hacer casi nada o tal vez porque realmente no está en nuestras manos.
Si hiciéramos una encuesta, tan de moda en los últimos tiempos, veríamos que todos tenemos muchas cosas con las que nos sentimos insatisfechos.
Seamos realistas. La vida no es un camino de rosas. Lo ideal es que en una balanza, las satisfacciones superaran a los disgustos. Pero yo tengo grandes dudas. Diría que muchísimas personas y cada vez más, la balanza marcaría en números rojos.
La sociedad nuestra está aburrida, tediosa y en grado cada vez mayor insatisfecha.
Y ¿cual puede ser la solución?.... pues difícil me lo pones.
En tiempos pasados hasta el hecho de trabajar podía colmar nuestras carencias. Y no penséis a estas alturas que me ha afectado algo y que estoy delirando.... ¿ir a trabajar con ganas? Sí, aunque parezca lo contrario, el hecho de trabajar podía colmar nuestras exigencias como persona. A una gran mayoría le preguntabas qué pensaba del trabajo y te contestaba que "el hecho de trabajar le realizaba como persona".
Algunos como yo nunca han entendido muy bien esta frase. De hecho, un amigo mío siempre decía... "el hecho de trabajar no puede ser bueno para la salud. Fíjate si no será bueno que hasta te pagan para que lo realices".
Sin llegar a estos extremos puedo pensar que el trabajo es necesario para nuestras vidas, pero cada vez más, no como para sentirnos "realizados" sino como subsistencia.
El ocio como solución también esta seriamente tocado. Y no porque no haya un gran abanico de posibilidades para pasárselo bien y olvidar las penurias.
Aquí el meollo de la cuestión es tener dinero para poder comprar satisfacciones. Parece mentira pero actualmente la felicidad vista como "pasárselo bien" se puede comprar con dinero.
Y no es casualidad que se suela denominar "dinero ocioso".
Los medios periodísticos y la televisión en general. Los medios periodísticos son panfletos políticos y la televisión, ¡Ay! la televisión. Siempre se ha dicho que tenía tres funciones principales: informar, entretener y educar. No me voy a extender mucho, pues en sí el hablar de la televisión merecería una reflexión sola para ella, pero lo de las tres funciones se ha ido al garete, y nunca mejor definida por este término marinero: embarcación que va sin gobierno y llevada por el viento o la corriente. No se incumple ninguna función salvo rarísimas excepciones. Es más cambiaría estas funciones por una sola: Aburrir, aunque no nos engañemos a algunos les interesa que sea telebasura para que no se piense mucho en nuestra realidad social de insatisfacciones.
Y podríamos seguir buscando soluciones pero veo pocas. Bueno si veo una y poco desarrollada.
Dediquémonos a conocernos y a conocer a los demás. Hablemos más. Socialicemonos más, y no me refiero a militar en un partido político, sino a intercambiar opiniones. Pero "in situ", Vis a vis y no sólo a través de las redes sociales, que están muy bien pero con la debida moderación.
Hace años que se puso de moda un eslogan en un programa del cómico José Luis Coll: "Hablando se entiende la gente".
Y qué razón. Hablemos. y seguramente buscaremos soluciones entre todos para cambiar la tendencia de esta sociedad a ser aburrida y tediosa.
La solución está en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario